Revista "Mu", Noviembre 2011

04 Pistas
Laura Furci , Romántica y moderna con causa


Por Jesús Gonzalo



La música, como el espíritu, sopla donde quiere. No se entiende muy bien cómo una cantante y pianista de su talla viva en un área algo deprimida de Cádiz cuando el pasado mes de junio se codeó en Nueva York con David Binney y músicos de vanguardia en el jazz. Pero como la búsqueda personal no transita por caminos rectos, tampoco su obra desvela referentes claros de estilo sobre la canción italiana, el jazz o la música clásica.


Laura Furci se esconde detrás de Magnética, un nombre artístico con el que firma, hasta hoy su último trabajo en disco, Live in Cádiz y que también nos recuerda, tal vez sea ése el mensaje subliminal, a alguna heroína de la factoría Marvel. Sin más ³súper poderes² que una envidiable técnica pianística y unos registros de voz que van del susurro al desgarro, todo convenientemente enfundado en un traje con diseño original y ceñido al buen gusto, esta cantante italiana ofrece una propuesta de recital a piano y voz en la que los estereotipos son la diana a los que dirige sus rayos magnéticos.



Sorprende descubrir que un artista, inmerso en su mundo creativo, esté en la más absoluta actualidad de un estilo tan vasto y cambiante como el jazz de una ciudad que no para de moverse como Nueva York, cuna del jazz moderno.


Más si cabe, pues aunque ella no lo afirme así es, si se trata de una mujer en un territorio histórica y creativamente hablando aunque hoy con más matices, por los hombres. ³El guitarrista Federico Pocropio me puso en contacto con David Binney, allí grabé con él y con John Escreet y me sumergí una temporada en el ambiente de vanguardia². Binney supo captar la sensibilidad creativa de Furci y justamente vio algo especial en su sonido.


³Me preguntó si yo había visto a alguien hacer doblar en unísonos las líneas melódicas de la voz con la mano derecha, le dije que no. Pues sigue haciéndolo, me contestó².



Además de Binney, no por casualidad, Furci entró en contacto con, digamos, algunos de los pianistas más sobresalientes del panorama más avanzado en el jazz como son el joven John Escreet o el más veterano pero siempre en la punta de lanza creativa Craig Taborn, pero también con el menos conocido Jacob Sacks, que pese a su juventud es profesor de la Manhattan School of Music. ³Me dio clases de piano. Y no sólo hizo eso sino que me abrió mucho la mente². Si vamos ubicando las afinidades del músico-pianista alrededor de una refinación que procede la música clásica-contemporánea asociada a la improvisada, ¿qué sucede con la faceta del músico-cantante? ³Pues la verdad, no me fijo en nadie en concreto. No sabría decirte. Si me dices que en tal momento o en tal otro te recuerdo a esa artista o aquélla, pues no tengo ni idea. No escucho cantantes². Canta en español e italiano, pero el idioma que predomina en un concierto siempre generoso en duración y motivos es el inglés.



Hagamos la pregunta que se le viene a la cabeza a tanta genteŠ¿pero esto es jazz, es música improvisada? Pues no exactamente, cierto espíritu, la actitud el aroma de tensión y relajación, la sensualidad, sí, pero la forma, tal y como entendemos al jazz (restringiendo la ruptura de convenciones que implica este género), no lo sería. ³Estudié mucha música clásica y se me daba muy bien (se entiende como concertista). Pero el jazz es algo que tengo clavado muy dentro y pienso que siempre me he quedado con ganas de estudiarlo todo, que ya sé que es mucho². El imaginario creativo que envuelve su recital no muestra sus pespuntes de manera evidente, justo ahí habría que buscar la originalidad de su propuesta. El romanticismo matizado por el presente, un decurso sujeto a cambios y giros inesperados que impiden al oyente distinguir la estructura y un enfoque en el que el piano se posiciona como principal instigador de la creación, tienen a los sentimientos de fragilidad y frescura dos aliados que impulsan melódica y rítmicamente el mensaje.



A la espera de una próxima publicación con alguna de las sesiones neoyorquinas y algún proyecto colectivo ³muy eléctrico², contamos con dos trabajos registrados, uno en Cádiz y otro este verano en Pisa; en este último espectáculo demuestra tener una gran voz y pese a cierta concesión en el repertorio al público italiano resulta bastante orientativo de su potencial. En octubre estuvo en Berlín, ciudad que sabe entender su mensaje, donde obtuvo gran éxito noche tras noche. De principio y fin el concierto abre ventanas a realidades, antes que a pasados, en los que sofisticación, emoción contenida o incontenible y siempre atenta al detalle se alían para construir un programa que acaba absorbiendo. El juego de contrastes y una conexión entre apasionamiento y melancolía románticos son armas que caracterizan el desarrollo melódico-rítmico con espacios intermedios de los temas de Furci. Es su respiración lírica, en perfecta consonancia con el piano, y esos unísonos que el mismo David Binney alabó, articulados en un discurso de gran poder narrativo y expresivo (de raíces mediterráneas pero también con un pié en Broadway), elementos que conjugados en directo y prefijados en papel aportan cualidades únicas a su estilo.



Laura Furci/Magnética no usa un hilo conductor aparente en un discurso asentado en la propia escritura y también en unos trabajados arreglos de la canción italiana en masculino (Paolo Conte o Fred Buscaglione) y rara vez de estándares de jazz. La variedad y refinación con la que va tejiendo su música, esas fugas y contrastes tan limpios como inesperados y esos motivos temáticos sobre lugares comunes, amor y momentos, confieren un argumento narrativo a una exposición en la que quedan sustantivadas sus raíces clásicas e italianas, la salinidad sureña con ribetes árabes y una construcción moderna y cambiante al piano con la que crea ambientes y segmentos repetitivos que nos conducen hasta el presente en Nueva York.


www.laurafurci.com


http://www.revistamu.com/index.php?buscador=laura+furci&s=467&a=919

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